“Se nos permitió no sólo disfrutar su conocimiento sobre arquitectura tropical, sino sentir que nuestras apreciaciones, experiencias e intereses sobre el espacio, eran interpretadas con maestría. La empatía diría yo que es un ingrediente clave en su quehacer creativo: en este atelier sienten con el otro, y “el otro” no solo somos sus clientes, sino toda la vida involucrada en el proyecto arquitectónico: el medioambiente y el paisaje también son un otro al que se escucha.”